De los sistemas extrasolares que rodean a nuestro Sol y sus planetas

Nuestro apartado suburbio en el que estamos localizados dentro de la galaxia empieza a animarse…

Hace unos años nadie podría haber imaginado un gráfico como el que abre el post. A medida que vamos mejorando la precisión de nuestros telescopios empezamos a ver una realidad que hace unos siglos nos hubiese mandado directamente a la hoguera con sólo mencionarla…

En un radio de 20 años-luz tenemos a nueve estrellas con 23 exoplanetas conocidos (hasta la fecha), de los cuales 10 orbitan en la zona habitable de su sol.

Lo importante de estos datos no son las posibilidades de poder visitarlos, quedan muchas generaciones y revoluciones científicas como para que podamos soñar con acercarnos al más cercano de estos sistemas estelares, lo realmente importante va por otros derroteros.

La cercanía significa mayor accesibilidad de nuestros instrumentos a la hora de estudiarlos, en los próximos años vamos a poder analizar sus atmósferas, conocer sus temperaturas superficiales, buscar biomarcadores que puedan alertarnos acerca de una probable presencia de actividad biológica,… el futuro telescopio espacial James Webb abrirá una ventana de descubrimientos similar a la que supuso el mítico Hubble.

Pero no sólo la cercanía es algo a destacar, ésta inmensa pléyade de mundos nos deja un mensaje muy claro… el Universo está insultantemente repleto de planetas en zonas donde la vida puede tener una oportunidad para aparecer, ya no son especulaciones o pensamientos filosóficos, hay miles de millones de mundos terrestres donde la evolución puede haber jugado manos de cartas hasta la saciedad, millones de años de partidas sucesivas en las que muchas pueden haber acabado con mundos estériles y unas pocas (o muchas, quién sabe) pueden haber dado lugar a algo parecido a lo que conocemos como vida.

Se me ocurren mundos arrasados por inmensas y frecuentes fulguraciones de rayos ultravioleta provenientes de la enana roja que orbitan, mundos incapaces de poder retener una atmósfera por incontables motivos, planetas orbitando la famosa zona de habitabilidad con un efecto invernadero similar a nuestro Venus, colisiones catastróficas capaces de borrar cualquier intento de génesis, explosiones de supernovas expandiendo los ladrillos de la vida a sistemas estelares lo suficientemente alejados mientras aniquilan otros más cercanos… aunque también me viene a la cabeza la posibilidad de mundos con una capacidad mucho mayor que la de nuestro planeta para sostener vida, las combinaciones son casi infinitas, sería de necios obviarlo.

Pensad en lo poco que necesitó nuestro planeta para que la vida apareciera, los últimos estudios nos hablan de unos pequeños filamentos y tubos de hematita formados por microorganismos hace unos 3.770 millones de años, aunque las rocas sedimentarias donde se han encontrado tienen una edad de 4.300 millones de años… la Tierra tiene 4.600 millones de años… una horquilla de entre 300 y 800 millones de años (un suspiro geológico) para que la vida apareciese, y no creáis que hace 4.300 millones de años las condiciones de nuestro planeta eran las más idóneas para que algo pudiera sobrevivir y prosperar…

A medida que la base de datos de los planetas extrasolares conocidos aumenta, disminuye nuestra absurda tendencia de refugiarnos en anticuados principios antropocéntricos, a medida que vamos descubriendo compuestos orgánicos y agua en cada mundo al que aproximamos una sonda, nuestra exclusividad se diluye un poco más…

Los próximos años van a ser apasionantes dentro del campo de la astronomía, es el turno de la ciencia, tenemos trabajo…

9th EuChemS Chemistry Congress (ECC-9)

The Institute of Chemistry of Ireland (ICI) is delighted and honoured to be organising the 9th EuChemS Chemistry Congress (ECC-9), to be held in Dublin, Ireland,

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